
El secretario de Hacienda dejó sin respuestas a los vecinos en la audiencia por los ajustes tarifarios en La Falda.
En una audiencia pública que prometía esclarecer los motivos detrás de los aumentos en los servicios de salud en La Falda, el secretario de Hacienda protagonizó un papel deslucido y frustrante para los vecinos que esperaban respuestas claras y concretas.
Durante toda su intervención, el funcionario se refugió en tecnicismos económicos que poco aportaron a la comprensión general del tema. La audiencia, que debía ser un espacio de diálogo y transparencia, se transformó en un monólogo cargado de frases complejas y términos rebuscados, muy alejados del lenguaje ciudadano.
La falta de preparación fue evidente: no supo responder a preguntas básicas sobre estadísticas, cifras estimativas del impacto tarifario, ni siquiera pudo informar cuántos empleados tiene actualmente el hospital municipal. Su desconexión con los datos fundamentales de la situación sanitaria local generó indignación entre los presentes.
Lejos de asumir responsabilidad o brindar soluciones, en más de una ocasión el secretario optó por desviar el foco del reclamo, sugiriendo a vecinos de localidades cercanas que «reclamen a sus intendentes«, como si la salud y los servicios públicos no fueran una preocupación regional compartida.
Vecinos y referentes sociales coincidieron en que la intervención del funcionario fue más una exposición de palabras vacías que una rendición de cuentas. La audiencia terminó sin respuestas concretas, con más dudas que certezas, y con una creciente sensación de que quienes toman decisiones están peligrosamente desconectados de la realidad que vive la comunidad.
