
Una violenta pelea entre bandas de niños mancha la celebración en Valle Hermoso.
Lo que debía ser una noche de alegría, música y baile en los carnavales de Valle Hermoso terminó en un verdadero escándalo que dejó a vecinos indignados y preocupados por la falta de seguridad en el evento.
El incidente ocurrió en la Plaza Manuel Belgrano, donde una multitud disfrutaba del espectáculo cuando una pelea entre niños y preadolescentes de entre 12 y 15 años irrumpió en la celebración. Lo más alarmante fue la violencia con la que se desató el conflicto, con menores completamente fuera de sí, agrediendo incluso a los pocos efectivos policiales presentes, quienes hicieron lo posible por controlar la situación.
Ademas, todo se salió de control cuando varias personas adultas de entre 18 y 30 años se sumaron al tumulto y a las peleas, golpeándose entre sí, defendiendo a los menores y agrediendo a la policía.
La agresión llegó al punto de que una persona fue agredida con un arma blanca, cerrándose la noche y suspendiendose la celebración de los carnavales.
La indignación de los vecinos no se hizo esperar, ya que la seguridad del evento había sido supuestamente planificada por el municipio. Apenas cinco días atrás, la Municipalidad publicó en su página de Facebook un posteo en el que aseguraban estar coordinando con la Policía de la Provincia un “protocolo de seguridad” para los carnavales de este fin de semana.
Aunque los vecinos ponderaron el accionar de los efectivos policiales, por otra parte se ha criticado duramente a otros responsables del protocolo de seguridad que no supieron como controlar ni poner orden, demostrando desconcierto, miedo e inseguridad frente a lo que estaba ocurriendo.
¿Dónde quedó el protocolo de seguridad?
En la mencionada publicación municipal, se destacaba que se habían reunido distintas áreas del gobierno local con la Policía para establecer estrategias de control, prevención y asistencia con el fin de “garantizar el orden y la seguridad” del evento. Sin embargo, la realidad fue muy distinta: la violencia se desató sin control, los efectivos policiales eran insuficientes y terminaron siendo agredidos por los mismos menores.
Las críticas de la comunidad son contundentes:
➡️ “¿Qué medidas de prevención se tomaron?”
➡️ “¿Cómo es posible que un grupo de niños desbordara completamente la seguridad del evento?”
➡️ “¿Cuál fue la estrategia del protocolo y por qué fracasó?”
El silencio de la municipalidad.
Mientras los vecinos expresan su decepción y piden explicaciones, la Municipalidad de Valle Hermoso ha optado por el silencio absoluto. No ha emitido ningún comunicado sobre lo sucedido, ni ha dado respuestas a los reclamos. En su lugar, ha continuado publicando imágenes y mensajes positivos en sus redes sociales, como si el caos de la noche anterior nunca hubiera ocurrido.
Los vecinos exigen respuestas y acciones concretas. El carnaval de Valle Hermoso, que debía ser una fiesta, terminó dejando una gran preocupación y un fuerte cuestionamiento sobre la efectividad de las autoridades locales para garantizar la seguridad de los eventos masivos.
