30 de mayo de 2025

En el marco de la presentación del proyecto para la creación de un Ente Sanitario Intermunicipal en Punilla Norte, el Dr. Mulmud, exprofesional del Hospital Municipal de La Falda y referente histórico de la salud pública en la región, brindó un discurso contundente que expuso no solo la crítica situación sanitaria actual, sino también la persistencia de prácticas discriminatorias que se arrastran desde hace décadas.

El proyecto que presentamos hoy, para unificar el trabajo de los cuatro municipios, es exactamente el mismo que se presentó hace cuatro años”, expresó con tono firme. “Y la pregunta es: ¿hicieron algo en estos últimos cuatro años?» y la respuesta es evidente. No se avanzó en nada. Se dejó pasar el tiempo mientras el hospital se deteriora y la salud de los vecinos se vulnera cada día más.

El médico no solo hizo referencia a la inacción de las autoridades locales, sino que señaló con gravedad cómo ciertas prácticas históricas de exclusión vuelven a aparecer bajo nuevos disfraces. “Hace 60 años, cuando yo estaba en el hospital, estas cosas ya pasaban. Hace 30 años se había dado la orden de que el hospital no internara a niños de Huerta Grande. Hoy, se repite lo mismo, pero con una orden para que no se internen niños de Valle Hermoso.

Esta revelación generó malestar y consternación entre los presentes. La mención directa a una orden vigente que discrimina a niños por su procedencia territorial dentro del mismo corredor de Punilla, reinstala el debate sobre la ética, el acceso igualitario a la salud y la responsabilidad de las autoridades municipales frente a un derecho básico.

Pido que el Concejo Deliberante le dé prioridad a esta situación. Es algo que hace a la vergüenza de todos los vecinos de La Falda”, concluyó Mulmud, con un llamado directo a la conciencia política y moral de los representantes públicos.

La intervención del Dr. Mulmud dejó expuesta una trama de decisiones administrativas que, lejos de atender el bien común, continúan profundizando la fragmentación regional, debilitando la atención médica y generando nuevas formas de exclusión social. Lo que está en juego ya no es solo la gestión de un hospital, sino el tipo de sociedad que se está construyendo desde la omisión y el silencio institucional.