26 de abril de 2025

Un grave hecho generó preocupación y debate en la comunidad educativa y vecinal: el pasado 21 de abril, una madre denunció un presunto intento de secuestro en inmediaciones del Instituto Juana Micono, donde su hijo aseguró haber sido sorprendido por una persona de sexo masculino que intentó agarrarlo por detrás para llevárselo.

El episodio habría ocurrido alrededor de las 14:30 hs, cuando la madre se presentó en la Central de Monitoreo Municipal para consultar si las cámaras ubicadas en Av. San Martín y las intersecciones con Stella Maris y Espinillo podían haber registrado algo. Sin embargo, desde el área se le informó que las cámaras solo captan la vía pública y no el interior del colegio, debido a cuestiones de privacidad.

Tras el pedido, personal de la Guardia Urbana realizó un patrullaje a pie por la zona, sin encontrar nada sospechoso. Más tarde, a las 15:15, la mujer regresó para dejar constancia formal del hecho y se le recomendó realizar la denuncia correspondiente en la comisaría.A las 16:30 hs, el Sr. Walter Moreno, encargado del área municipal, se hizo presente en el establecimiento para dialogar con las autoridades del instituto. Allí se acordó implementar una medida de prevención temporal, con dos efectivos municipales apostados en el patio interno durante los horarios de ingreso y egreso del nivel inicial, turno tarde, por el lapso de una semana.

El primer control se realizó el mismo lunes sin novedades, complementado con vigilancia desde la Central de Monitoreo. Sin embargo, la medida sólo se extenderá hasta el viernes 25 de abril, según informó el municipio, generando duras críticas por parte de vecinos y padres.

Vecinos y familias cuestionan la respuesta: “Las cámaras no sirven si no pueden prevenir”

Más allá de la rápida respuesta oficial, crece el malestar en la comunidad educativa. Vecinos señalan la ineficacia del sistema de cámaras y monitoreo, que si bien están presentes en el espacio público, no logran proteger espacios sensibles como las escuelas. “¿Para qué sirven las cámaras si no se puede ver lo que realmente importa? ¿Por qué no hay un sistema preparado para vigilar accesos a colegios?”, expresó un vecino indignado.

La situación dejó al descubierto una falla estructural en el sistema de seguridad preventiva, que según muchos ciudadanos “actúa a medias” o llega siempre después del hecho”. Además, la decisión de brindar patrullaje solo durante una semana también fue duramente cuestionada. Familias del Instituto Juana Micono y de otras escuelas señalan que la prevención debe ser constante y no algo temporal.

“¿Qué pasa después del viernes? ¿Si vuelve a pasar algo, recién ahí van a reaccionar otra vez?”, comentó una madre a la salida del colegio.

Llamado urgente a revisar prioridades.

Este hecho reabre el debate sobre la falta de políticas de prevención sólidas en el ámbito escolar. Desde la comunidad se pide que se priorice la instalación de cámaras en ingresos escolares, presencia activa de personal de seguridad, y protocolos reales de respuesta ante emergencias.

También se insta a las autoridades municipales a revisar el funcionamiento de la Central de Monitoreo y a invertir en herramientas que realmente protejan a los sectores más vulnerables: los niños y niñas.

En un contexto de creciente preocupación social, la comunidad exige algo más que respuestas temporales: pide seguridad real y compromiso sostenido.