
El Concejo Deliberante de La Falda endurece las sanciones por daños al patrimonio histórico y cultural.
Este miércoles, el Concejo Deliberante de La Falda aprobó de manera unánime una serie de modificaciones a las normativas locales, endureciendo significativamente las sanciones para quienes destruyan, dañen o alteren el patrimonio histórico, cultural y/o turístico de la ciudad. También se establecieron penas más severas para las demoliciones “totales o parciales” de edificios que violen el Código de Edificación local.
La decisión se tomó a través de la modificación del artículo 79 del Código Municipal de Faltas y Procedimientos, lo que implica un ajuste en las multas económicas que hasta ahora se aplicaban. Según la nueva normativa, las multas oscilarán entre 2 mil y 50 mil Unidades Multa (UM). Cada UM corresponde al precio de un litro de nafta super en la estación de servicio ACA de La Falda, que actualmente se encuentra en 1.271 pesos. Esto eleva las sanciones a un rango de entre 2.542.000 y 63.550.000 pesos, dependiendo de la gravedad de la infracción.
Ricardo Agost, concejal oficialista y principal impulsor de la iniciativa, detalló que la reforma no solo incrementa la cuantía de las multas, sino que también introduce nuevas medidas punitivas. A partir de ahora, aquellos responsables de realizar demoliciones sin cumplir con las normativas del Código de Edificación perderán automáticamente el derecho a acceder a cualquier beneficio tributario previamente obtenido para la obra en cuestión. Además, se les prohibirá continuar con la construcción en el lugar durante un año a partir de la constatación de la infracción. Esta medida busca evitar que los infractores puedan recurrir a la «teoría de los hechos consumados», es decir, realizar acciones ilegales con la esperanza de que luego se les otorgue un trato más indulgente o se les permita continuar con sus planes sin mayores consecuencias.
“Lo que buscamos es evitar que quienes desoyen la ley lo hagan bajo la suposición de que, al final, podrán conseguir una salida fácil o atenuada. Queremos garantizar un desarrollo urbanístico que sea respetuoso de los valores culturales, históricos y turísticos que caracterizan a nuestra ciudad”, afirmó Agost.
Por otro lado, Francisco Villanueva, concejal de la oposición, destacó el carácter progresivo de la reforma. En un comunicado, recordó que durante la anterior conformación del Concejo Deliberante, su bancada había presentado un proyecto similar debido a que las sanciones existentes eran “irrisorias”. En ese entonces, la multa máxima no superaba los 50 mil pesos, una cifra que consideraban insuficiente para disuadir a quienes infringían la normativa. Si bien ese proyecto no prosperó, Villanueva señaló que el conflicto generado por la construcción de la obra de Isolina y el debate posterior sobre el patrimonio local contribuyeron a que se revisara la cantidad de unidades multa. Ahora, con la nueva modificación, las sanciones han alcanzado cifras mucho más contundentes, lo cual es visto con buenos ojos por parte de la oposición.
La medida también refleja un creciente compromiso de la ciudad de La Falda por proteger su patrimonio, que es considerado un eje fundamental de su identidad y atractivo turístico. Desde la aprobación de la reforma, se espera que se refuerce la preservación de los elementos históricos y culturales, lo cual podría tener un impacto positivo en la imagen de la ciudad, que es visitada anualmente por miles de turistas que buscan conocer su rica historia y belleza natural.
Este cambio en la legislación local ha sido bien recibido por muchos vecinos y organizaciones que velan por la conservación del patrimonio de La Falda, quienes consideran que las sanciones anteriores no eran suficientes para frenar las alteraciones no autorizadas de edificaciones históricas o la demolición de construcciones de interés cultural.
Con la nueva normativa en vigor, las autoridades esperan que, en el futuro, La Falda pueda avanzar en un desarrollo urbano que mantenga un equilibrio entre el crecimiento y la conservación de su identidad histórica y cultural.
