
El intendente de La Falda, Javier Dieminger, emitió un comunicado oficial en el que reconoce la crítica situación financiera del Hospital Municipal, que, según detalla, atiende a más de 100.000 pacientes al año, de los cuales la mitad proviene de localidades vecinas.
En el escrito, el jefe comunal advierte que la caída en los fondos del FOFINDES y la merma en la coparticipación provincial han puesto en jaque el sostenimiento del hospital, uno de los más importantes de la región.
Según el comunicado, el hospital es el único en un radio de 30 kilómetros que ofrece servicio de pediatría las 24 horas, además de atención clínica, obstétrica, internaciones, cirugías, laboratorio y servicios de rayos, entre otros. El municipio, afirma el intendente, se hace cargo de los traslados, lo que representa una carga presupuestaria difícil de sostener con los recursos actuales.
Sin embargo, las explicaciones del Ejecutivo local han generado nuevas preguntas. Una de las principales inquietudes entre los vecinos es el aporte obligatorio del 13% en concepto de “salud”, que se cobra junto con otros tributos municipales. ¿Dónde va ese dinero? ¿En qué se invierte? La comunidad exige mayor claridad sobre el destino de esos fondos.
Además, en el presupuesto municipal 2025 ya estaba contemplada una partida para el hospital, lo que abre otro interrogante: ¿Por qué no se previó esta crisis con anticipación? La falta de planificación, sumada a la demora en comunicar la situación y a la creciente preocupación social, alimenta el malestar ciudadano. A esto se suma la decisión del Gobierno Provincial de construir un nuevo hospital regional en Villa Carlos Paz, lo que para muchos representa un nuevo golpe a las localidades del interior, como La Falda, que quedan relegadas y sin refuerzos concretos mientras deben afrontar la demanda sanitaria de toda la región.
“Es injusto que los vecinos de La Falda deban asumir los costos de la atención médica regional, sin recibir la compensación adecuada de parte de Provincia ni Nación”, expresó el intendente. No obstante, la gestión local también tiene responsabilidades que no puede eludir, y los vecinos comienzan a exigirlas con firmeza.
En un contexto de emergencia sanitaria, económica y social, la comunidad reclama transparencia, eficiencia en el uso de recursos y una respuesta urgente que no llegue solo en forma de comunicados, sino de acciones concretas y planificación real.
