Será desde junio, ya que deben avisar con dos meses de anticipación. En enero habían subido hasta 40% para ponerse a tono con los aumentos desde el inicio de la pandemia.

Los clientes bancarios empezaron a recibir cartas, tanto por correo como por email. No son de amor, sino de aumentos de comisiones a partir junio. Lo hacen ahora ya que por normativa del Banco Central deben avisar con 60 días de anticipación, y 30 días antes de eso hacérselo saber al regulador.En enero ya habían subido entre 30 y 40% las comisiones de productos. En promedio, fue un 35%, por lo cual la nueva suba del 30% acumulativa marca un alza del 75% en lo que va del año.

De todos modos, el aumento no es el mismo para todos, sino que lo hacen dependiendo si están atrasados con respecto a la competencia o no. Hay algunas entidades públicas que subieron 20% lo que cobran por el paquete de productos, otros privados internacionales que lideran el sistema, 30%, mientras otros nacionales importantes, hasta 46 por ciento.

En el sistema financiero esgrimen que se encuentran atrasados, porque tenían que aumentar el 30% previsto en marzo del año pasado, que con el Covid-19 se suspendió, más lo que corresponde por inflación. «Entendemos la situación y mantenemos los precios competitivos, pero tuvimos una paritaria del 29%, más el ajuste extra del 2,1% de inflación del año pasado, y muchos costos en dólares, como campaña de performance, mantenimiento de sistemas y proveedores del exterior», detalla el directivo de un banco.De todos modos, aclara que no pueden aumentar lo que quieran «porque no te podés ir del mercado, tenés que estar en sintonía con lo que hacen los demás: si te mandás sólo, quedás descolgado».

Por lo pronto, varias entidades «desbonificaron» las cajas de seguridad de clientes de renta alta. Por la demanda, la ocupación se mantuvo igualmente alta y nadie se fue.

En uno de los grandes bancos, la caja de seguridad más económica -la más difícil de conseguir- al tener una medida corta de 10 por 15, tiene tres precios distintos, de acuerdo con la ubicación de la sucursal: $ 4178 donde menos demanda hay, $ 4995 en las intermedias y $ 5260 en las sucursales del microcentro, las más caras, por su mayor demanda.

En el caso del paquete de productos básicos, la disparidad entre las entidades es tan grande que uno puede costar cuatro veces más cara que otra, aunque siempre los bancos públicos suelen ser los más baratos: $ 380 en el Provincia y $ 753 en el Nación, hasta $ 1430 en el Santander, $ 1537 en Macro y $ 1730 en Galicia.

TARJETAS.

Del mismo modo, la renovación anual de una tarjeta de crédito puede salir $ 1475 en el Provincia (más $ 118 de mantenimiento por mes) o $ 2421 anual más $ 222 mensual en el Nación hasta $ 6974 anual y $ 527 mensual en el Hipotecario.

Por lo general, este servicio lo tienen bonificado quienes cobran su sueldo a través del banco, y sino el empleado puede cambiarse a otra entidad, pese a que su empresa tenga un banco de cabecera.

Los bancos privados también bonifican por determinado nivel de consumos, o en varias ocasiones, si el cliente se lo pide por determinado motivo hacen algún descuento o una bonificación por un período determinado. En muchos casos, sólo vale pedirlo, porque al que no lo pide, no se lo dan.