Este mediodía, padres y estudiantes del colegio PROA de La Falda se movilizaron frente al edificio recientemente entregado para visibilizar una problemática que ya genera malestar: a pesar de que la infraestructura escolar se encuentra en condiciones para iniciar su actividad educativa con normalidad, el servicio de comedor PAICOR aún no puede ponerse en marcha por la falta de utensilios y herramientas de cocina esenciales.
La situación generó el reclamo directo al intendente Javier Dieminger, quien ayer martes se comprometió públicamente a enviar dos notas a la provincia y realizar gestiones ante los directivos del programa PAICOR.
Sin embargo, desde la comunidad educativa expresan su frustración frente a la falta de respuestas concretas. El conflicto parece estar estancado en una disputa administrativa. Desde PAICOR argumentan que la compra de los elementos necesarios es responsabilidad del municipio, ya que es quien recibe los recursos; mientras que desde el municipio aseguran que dicha obligación recae sobre PAICOR.
En el medio de este cruce de responsabilidades, quedan los alumnos y docentes de una institución que aún no puede funcionar plenamente.
“Es absurdo que con un edificio nuevo, con aulas listas y personal dispuesto, no podamos iniciar el ciclo lectivo de forma integral por una cuestión tan básica como la falta de utensilios”, expresó una madre durante la manifestación.
La comunidad educativa reclama que el derecho a la alimentación de los estudiantes no puede depender de dilaciones burocráticas ni disputas entre organismos estatales.
Mientras tanto, el inicio de actividades en el PROA de La Falda continúa incompleto, y las promesas de solución siguen sin materializarse. Padres y alumnos insisten en que se tomen decisiones urgentes y se garantice el funcionamiento pleno del colegio, sin seguir postergando a quienes más necesitan de una respuesta.
