16 de julio de 2025

Un episodio de extrema violencia empañó el partido de primera división entre Club Atlético La Falda y Río Grande, dejando una estela de indignación en la comunidad local. Según testimonios difundidos en redes sociales, el conflicto comenzó cuando dirigentes identificados como Diego P. y Raúl P. —ambos empleados del programa de seguridad municipal “Ojos en Alerta” — habrían abierto las rejas del predio a patadas, permitiendo el ingreso descontrolado de la hinchada visitante (Río Grande).

La irrupción provocó momentos de pánico y caos en el campo de juego, donde dos jugadores del Club Atlético La Falda quedaron acorralados contra el alambrado. Uno de ellos fue brutalmente agredido con un palo en el rostro, recibiendo un golpe que le habría fracturado la nariz. El agresor fue identificado como Koko Villagra, jugador del equipo de Río Grande.

La situación se agravó aún más cuando el paramédico presente en el partido —perteneciente a la ambulancia del hospital local— se negó a atender al jugador herido al ser familiar directo del agresor, según la denuncia realizada por un testigo anónimo.

Este hecho despertó una ola de indignación entre los asistentes y usuarios de redes sociales, quienes exigen sanciones firmes y una investigación urgente por parte de las autoridades municipales, deportivas y sanitarias.Vecinos y asistentes al encuentro tildaron lo ocurrido de «vergüenza total», y señalaron la necesidad de revisar los vínculos entre funcionarios públicos y hechos de violencia institucional en el ámbito deportivo.

Hasta el momento, no hubo un comunicado oficial del municipio ni del hospital local sobre lo sucedido. La comunidad espera respuestas claras y una actuación ejemplar para evitar que episodios como este se repitan, exigiendo respeto por los valores del deporte y la integridad física de los jugadores.