
La situación del histórico Tren de las Sierras, que conecta Córdoba Capital con Capilla del Monte, atraviesa su momento más crítico en años. De las nueve formaciones que componían el servicio, actualmente solo una permanece en funcionamiento, lo que ha generado demoras, modificaciones en los horarios y una notoria pérdida de regularidad en las salidas.
La preocupación es creciente. Durante las últimas semanas, la cantidad de unidades disponibles se redujo drásticamente, pasando primero de nueve a tres, y hoy a una sola. El deterioro del servicio no solo afecta la logística del transporte, sino que pone en jaque el único medio económico y sustentable de movilidad para miles de vecinos del Valle de Punilla.
El impacto sería devastador: más del 50% de los usuarios del Tren lo utilizan diariamente para ir a trabajar, acudir a turnos médicos o desplazarse entre localidades donde no hay otra opción accesible de transporte. A esta problemática se suma un escenario aún más alarmante: trascendidos de recortes entre los trabajadores del servicio y la posibilidad de que el tren sea suspendido de manera definitiva.
Frente a este panorama, la pasividad de los municipios involucrados genera indignación entre vecinos y usuarios. Hasta el momento, no ha habido respuestas contundentes, ni reuniones formales, ni gestiones concretas por parte de las intendencias locales para preservar este servicio esencial. No se han elevado notas, ni exigido el mantenimiento de las unidades, ni garantizado el pago a los empleados, ni planteado planes de inversión.
Si no se actúa con urgencia, el Tren de las Sierras quedará reducido a un atractivo turístico de temporada, desconectado de la vida cotidiana de los vecinos, quienes han sido sus usuarios más fieles y constantes. Esta falta de compromiso pone en evidencia una vez más el abandono sistemático del interior profundo, donde los servicios básicos son vulnerables y prescindibles para los responsables de tomar decisiones.
Lo que está en juego no es solo un tren, sino el derecho al transporte, al trabajo y a la salud de miles de ciudadanos. En los ultimos dias ha trascendido a traves de grupos de WhatsApp y en las redes sociales, un petitorio de firmas de vecinos de varias localidades de Punilla que dicen: «el tren de las sierras no se toca«
