
La Iglesia Evangélica Cristiana de Filadelfia solicita exención del pago de agua en San Marcos Sierras.
Ayer miércoles, en el inicio de las sesiones ordinarias en San Marcos Sierras, uno de los temas que llamó la atención fue la solicitud de la Iglesia Evangélica Cristiana de Filadelfia, quien pidió una exención en el pago del servicio de agua, argumentando que como institución religiosa, su funcionamiento depende exclusivamente de los aportes de sus feligreses.
Durante la transmisión en vivo de la sesión, se mencionó que existe una legislación activa que permite que algunas instituciones, entre ellas las de carácter religioso, puedan solicitar la exención de ciertos servicios públicos, como el agua.
La iglesia, al argumentar que no recibe financiamiento externo y que sus actividades se basan en las contribuciones de sus miembros, señaló que, al actuar «en nombre de Dios Padre» y orar «por el bienestar del pueblo y los feligreses», su solicitud tiene un fundamento en su función como institución religiosa y su labor dentro de la comunidad.
Aunque esta solicitud no es nueva, ya que otras organizaciones religiosas han pedido exenciones similares en el pasado, la propuesta de la Iglesia Evangélica Cristiana de Filadelfia ha generado debate, ya que muchos se cuestionan cómo se interpretan estas normativas y hasta qué punto deben aplicarse en el contexto actual, especialmente considerando las necesidades y dificultades que atraviesan los vecinos en cuanto a los costos de los servicios públicos.
Al margen de las discusiones legales y administrativas, la solicitud refleja una vez más cómo las instituciones locales buscan adaptarse a las regulaciones existentes, mientras los ciudadanos se enfrentan al desafío de equilibrar los gastos en una comunidad que, aunque pequeña, tiene grandes necesidades. Sin dudas, este será un tema a seguir de cerca en las próximas sesiones del concejo.
Mientras tanto, el resto de los vecinos se pregunta si, quizás, si oran lo suficiente, también puedan conseguir alguna rebaja en sus propias facturas. Después de todo, si las iglesias pueden pedir exenciones por razones celestiales, ¿por qué no los ciudadanos que «oran» por una mejor administración?
En fin, solo el tiempo dirá si la solicitud divina tiene éxito o si, al final, las autoridades municipales deciden que la única lluvia que se puede evitar es la que cae sobre las facturas de agua.
