
Un hecho alarmante vuelve a sacudir a la comunidad de Valle Hermoso: Hernán, un hombre identificado como encargado del área de alumbrado público en la Municipalidad, fue denunciado por violencia de género por su ex pareja y por violencia contra sus propios hijos, actualmente se encuentra detenido en la ciudad de Cruz del Eje. La situación ha generado indignación en vecinos y organizaciones que exigen respuestas y medidas concretas.
Lo más preocupante del caso es que Hernán no es un ciudadano cualquiera, sino parte del equipo municipal, lo que pone en evidencia la falta de filtros y controles adecuados por parte de la gestión local, especialmente del área de Obras Públicas, que permitió su permanencia en el cargo a pesar de antecedentes conflictivos, según comentan personas cercanas al entorno.
Según trascendio, el sujeto tiene varias denuncias que datan desde el año 2015, tuvo exclusiones del hogar y varias restricciones que le impedía acercarse al domicilio.
A esta grave denuncia se suma el preocupante silencio e inacción del área de Equidad y Género del municipio, que lejos de acompañar a la víctima, ha optado por mirar hacia otro lado. La dependencia, que debería ser un espacio de protección y contención para las mujeres, brilla por su ausencia en casos en los que las víctimas tienen vínculos con funcionarios o empleados municipales. Esta omisión no es nueva, sino parte de un patrón de encubrimiento institucional cada vez más evidente.
El malestar crece aún más cuando se recuerda lo sucedido hace apenas cuatro meses, cuando varios empleados del área de Seguridad Ciudadana fueron denunciados por vecinos y arrestados por robos de motos y presuntos vínculos con robos domiciliarios. Otro escándalo que dejó al descubierto la fragilidad y el nivel de corrupción dentro del personal municipal.
La Municipalidad de Valle Hermoso parece no haber aprendido nada. Lejos de garantizar transparencia, seguridad y bienestar, protege a individuos que no solo incumplen sus deberes como servidores públicos, sino que además representan un peligro para la comunidad.
La ciudadanía exige que se tomen medidas inmediatas: auditorías internas, separación preventiva de todo funcionario denunciado por delitos graves y una profunda reestructuración del área de Equidad, que actualmente no está cumpliendo con su función más básica: proteger a las víctimas.
La confianza en las instituciones locales está en su punto más bajo, y si no hay cambios reales y ejemplares, Valle Hermoso se encamina a consolidarse como un ejemplo más de cómo el poder, cuando no se fiscaliza, termina siendo cómplice del delito.
