
Cada año la demanda de bancos crece y el proyecto de aulas aún sigue inconcluso.
La desilusión y la impotencia crecen en Valle Hermoso, donde la construcción de dos aulas prometidas desde 2022 sigue paralizada y sin señales de reactivación.
La comunidad educativa del IPEM Luis Alberto Spinetta, junto con el intendente Daniel Spadoni, ya agotó todas las instancias formales y ahora solo queda la angustia de no saber qué pasará con cientos de estudiantes que necesitan un espacio para estudiar.
Un proyecto abandonado y alumnos sin bancos.
El Programa Aurora, impulsado por la Provincia, había asegurado la financiación para la construcción de dos aulas de 37 metros cuadrados cada una. Sin embargo, tres años después, el avance es apenas del 18%, un número irrisorio que evidencia el abandono total del proyecto.
El intendente fue tajante: “No podemos mirar para otro lado. La demanda escolar supera a la oferta y estas aulas son ultra necesarias”. Pero a pesar de los reclamos, las reuniones con funcionarios y las cartas enviadas al gobernador y al ministro de Educación, la única respuesta ha sido el silencio.
Una educación en crisis y sin salida.
Con más de 700 alumnos, la escuela ya no puede sostener la falta de espacios. La comunidad teme que muchos estudiantes queden sin bancos, sin clases y sin futuro.“Nos reunimos con el arquitecto del Ministerio de Educación, pero todo quedó en la nada. Desde el municipio queremos seguir, pero no tenemos los recursos”, admitió Spadoni, dejando en claro que la única forma de terminar la obra es con el apoyo provincial.
Mientras tanto, las familias esperan con desesperación. Cada inicio de ciclo lectivo se convierte en una tortura, con la incertidumbre de saber si sus hijos tendrán un lugar donde estudiar. El sueño de una educación digna para los jóvenes de Valle Hermoso se desmorona con cada día que pasa sin respuestas.
¿Y ahora qué?
Con las puertas cerradas desde el gobierno provincial y una obra inconclusa que se deteriora con el tiempo, la comunidad educativa de Valle Hermoso se enfrenta a un callejón sin salida. La educación, que debería ser prioridad, parece haber sido dejada a la deriva, mientras cientos de alumnos ven cómo su derecho a estudiar se esfuma.
