15 de febrero de 2025

Crisis en la Cooperativa de aguas: Vecinos al límite

La situación del agua en Valle Hermoso sigue agravándose, y ahora la mirada apunta directamente a la Cooperativa de Aguas San Antonio, señalada por los vecinos como responsable del mal servicio que afecta al pueblo desde hace años. Recientemente, trascendió que el bioquímico encargado de la potabilización del agua presentó su renuncia, denunciando la falta de insumos y herramientas necesarias para garantizar una mínima calidad en el agua que consumen los habitantes.

Esta renuncia no es un hecho aislado. Durante años, los vecinos de Valle Hermoso han alzado su voz contra el deficiente servicio que presta la cooperativa: agua turbia, con un olor y sabor desagradables, cortes constantes e inesperados que dejan a familias enteras sin suministro básico, incluso durante días. Mientras tanto, las soluciones brillan por su ausencia.

La paciencia de los habitantes parece haber llegado al límite. Recientemente, un grupo de vecinos presentó una carta intimadora a la cooperativa, exigiendo una pronta solución a la crisis. En la carta, se detalla el largo historial de reclamos y la grave afectación que sufren las familias del pueblo. Además, los vecinos advirtieron que, de no tomarse medidas inmediatas, llevarán el caso ante el ente regulador del agua y Defensa del Consumidor, buscando hacer valer sus derechos frente a un servicio que consideran inaceptable.

El malestar es generalizado, especialmente porque el problema persiste desde hace años, sin avances significativos ni respuestas concretas por parte de la cooperativa. «No se trata solo del sabor o el olor. Es nuestra salud y nuestra calidad de vida la que está en juego«, comentó uno de los vecinos afectados.

Mientras tanto, desde la Cooperativa de Aguas San Antonio no se han emitido declaraciones oficiales sobre la renuncia del bioquímico ni sobre las recientes demandas vecinales. Sin embargo, el malestar crece, y los habitantes exigen acciones concretas: no solo inversiones en infraestructura y potabilización, sino también transparencia en la gestión de los recursos y una comunicación más cercana con la comunidad.

En un contexto donde los reclamos son cada vez más visibles y las soluciones parecen estar estancadas, los vecinos de Valle Hermoso siguen esperando que se priorice lo que debería ser innegociable: el derecho a un agua segura y potable.