30 de marzo de 2025

La Municipalidad de La Falda ha anunciado la apertura del curso «Diplomado en Seguridad y Convivencia para Guardias Locales», el cual tendrá su sede en la misma ciudad. Este programa de capacitación, que se desarrollará a lo largo de cuatro meses con clases tanto presenciales como online, tiene como objetivo preparar a los guardias locales, auxiliares de la policía, para actuar ante distintas situaciones de seguridad.

Este curso no es una novedad en la región, ya que en el año 2024 se llevó a cabo en la ciudad de Cosquín. Se plantea, además, como una estrategia para fortalecer el vínculo con la provincia, lo que permitiría la recepción de recursos como móviles y chalecos. Sin embargo, detrás de esta iniciativa subyace una serie de problemas estructurales que ponen en duda su efectividad real.

Un curso que no resuelve los problemas de base

La formación de los guardias locales es, sin duda, una medida positiva en teoría, pero en la práctica no garantiza mejoras sustanciales en la seguridad. ¿De qué sirve capacitar a los agentes si, al momento de una emergencia, no hay móviles disponibles, no pueden actuar de manera autónoma o tienen restricciones que los convierten en meros espectadores del delito?

Las experiencias previas en diferentes localidades han demostrado que la formación sin una infraestructura de respaldo es insuficiente. Sin los recursos adecuados, sin un protocolo de acción eficaz y sin una articulación real con la policía provincial, estos guardias no pasan de ser una presencia decorativa en las calles. Se los forma para actuar, pero la realidad es que en muchos casos ni siquiera tienen la autoridad para intervenir efectivamente en situaciones de crisis.

Falta de control e investigación de los integrantes

Otro aspecto que genera preocupación es la ausencia de una investigación profunda sobre los integrantes de estos cuerpos de seguridad. La confianza ciudadana en las guardias locales es baja, y no es casualidad: son frecuentes las denuncias de vecinos que afirman que muchos de los robos y entraderas en distintas localidades son perpetrados con la complicidad de agentes de seguridad.

En este contexto, la pregunta es: ¿Está el municipio llevando a cabo un control riguroso sobre quiénes ingresan a la guardia urbana? ¿Se está realizando una investigación exhaustiva sobre los trabajadores actuales y los aspirantes a estos puestos? De no ser así, la creación de un nuevo grupo de agentes podría terminar convirtiéndose en un problema más que en una solución.

Seguridad real o un simple simulacro?

El anuncio del Diplomado en Seguridad y Convivencia para Guardias Locales genera muchas dudas sobre su verdadero impacto. La capacitación sin herramientas y sin una supervisión adecuada solo contribuye a engrosar una estructura ineficaz que no logra garantizar seguridad real a los vecinos.

Si el municipio realmente quiere que esta iniciativa funcione, debe ir más allá de los cursos y asegurarse de que los guardias tengan recursos, respaldo legal y un control riguroso sobre sus antecedentes. De lo contrario, esta medida no será más que un simulacro de seguridad que poco hará para frenar la delincuencia.