24 de abril de 2025


La indignación vecinal no se detiene en el Valle de Punilla. Esta vez, el foco de los reclamos apunta directamente al Secretario de Gobierno de La Falda, Gonzalo Murúa, quien acumula crecientes cuestionamientos por falta de respuestas, inacción y una actitud cerrada frente a los pedidos de la comunidad.

“Que se ponga los pantalones largos y cumpla con su función”, expresó sin filtros un vecino autoconvocado durante una reciente protesta frente al Concejo Deliberante. La molestia se repite en distintos sectores: Murúa no contesta las notas, no responde a las audiencias solicitadas y no da la cara ante los problemas urgentes que afectan a la ciudad.

Vecinos y referentes sociales aseguran que “los secretarios y subsecretarios son fusibles, y tienen que saltar antes que los intendentes cuando las cosas no se hacen bien”. Pero en La Falda, denuncian, eso no ocurre. Murúa lleva ya un período considerable en el cargo, sin mostrar voluntad de apertura ni compromiso efectivo con los reclamos ciudadanos.

No te reciben, no te atienden, dejan mucho que desear. La política en La Falda es un gobierno de puertas adentro, un círculo cerrado, chiquito, donde todo queda entre los mismos de siempre”, comentó otro vecino que intentó sin éxito tener una reunión con el funcionario.

La falta de diálogo institucional y la desconexión entre el gobierno y la realidad cotidiana se sienten cada vez más fuertes. En un contexto donde la salud, la seguridad y la transparencia están en crisis, el rol del Secretario de Gobierno debería ser clave. Pero, para muchos, Murúa no está a la altura del cargo que ocupa.

Los vecinos exigen cambios inmediatos en la gestión, y algunos ya piden directamente la renuncia del funcionario si no da señales concretas de acción.